EXPOSICIÓN PERMANENTE
El Consulado de Bilbao

Itsasmuseum ha abierto una nueva zona en la exposición permanente dedicada al Consulado de Bilbao, la institución que, en sus más de 300 años de vida, fue determinante en la historia y el progreso económico y comercial de la Villa.
Ubicada en la planta baja del museo, ocupa más de 300 metros cuadrados. La incorporación de esta área representa un salto cualitativo y completa una etapa histórica muy presente en Itsasmuseum y clave en el desarrollo de Bilbao como ciudad y Bizkaia como territorio.
Entre las piezas que pueden verse, destacan un conjunto de armarios archivo policromados en madera y hierro, creados en 1761 por el maestro ensamblador bilbaíno, Joaquín de Echeverria, que conformaban el Archivo del Consulado; los bancos de la Sala de Audiencias, construidos durante el siglo XVII y que algunas fuentes atribuyen al pintor Luis Paret y Alcazar; y la capilla del Consulado ubicada en la iglesia de San Antón, presente a través de la talla de Nuestra Señora de la Consolación y de un panel de retablo en madera dorada del siglo XVI.
Estos elementos de relevancia histórica y patrimonial se complementan con dos pinturas en gran formato: Corredor de Columnas del Consulado, pintura al pastel de Manuel Losada creada en 1920, que retrata el interior de la sede del Consulado de Bilbao y en la que pueden apreciarse algunos de los objetos aquí expuestos.
La otra pintura es Mural para el petrolero Bilbao de 1962, obra del autor José María de Ucelay, en la que se aprecia la bandera del Consulado y la Casa de Bizkaia en Brujas, precursora del Consulado de Bilbao.
También destacan nueve casetones o tabicas, unas tablas de madera de castaño rectangulares que reproducen escenas marítimas relacionadas con el comercio, procedentes del Palacio Arana, y que contienen una de las representaciones más antiguas que se conservan de la falúa.
En paralelo, varias maquetas recrean la villa de Bilbao en el siglo XVI, la iglesia de San Antón y el Ayuntamiento de Bilbao en la época, la Casa de Bizkaia en Brujas y la falúa, un recurso visual y didáctico que evoca el contexto visual de la época.

El proceso para trasladar las piezas, objetos y obras de arte seleccionadas desde el Euskal Museoa, donde han estado expuestas los últimos años, ha sido complejo y en el mismo, han participado personas y empresas del sector de la restauración, que han llevado a cabo un trabajo riguroso y profesional. Las piezas, principalmente los armarios del archivo del Consulado, están siendo sometidos a trabajos de conservación y restauración in situ, labor que continuará en una suerte de abierto por obras, invitando a las personas que visiten la exposición a descubrir en vivo el apasionante mundo de la restauración.
El Consulado gana protagonismo en el museo gracias a la colaboración del Euskal Museoa, la Diputación Foral de Bizkaia, el Ayuntamiento de Bilbao, la Cámara de Comercio, Industria y Navegación de Bilbao, la Autoridad Portuaria, el Archivo Histórico Foral de Bizkaia, la Biblioteca José María Arriola, la Sociedad Bilbaína, Landa Ochandiano Arquitectos y Sancho el Sabio Fundación Vital Fundazioa.
